Cirugia Oral y Maxilofacial

La cirugía oral y maxilofacial se ocupa del tratamiento de las patologías de la boca, la cara y el cuello, así como las estructuras craneofaciales relacionadas.

Existe una gran diversidad patológica a este nivel regional, por lo que la cirugía oral y maxilofacial aúna la afección infeccioso-inflamatoria, traumática, tumoral y malformativa congénita o adquirida.

Técnicas quirúrgicas en cirugía oral y maxilofacial

  • Cirugía reconstructiva: es aquella dedicada a la restauración anatómica de la estructura ósea y la reconstrucción de los tejidos blandos. El objetivo es que la zona intervenida recupere su estructura normal. Un ejemplo muy común es la rehabilitación dentaria con implantes.
  • Cirugía plástica: el tratamiento más habitual es el de corregir malformaciones faciales. También abarca otros procedimientos como tratamientos relacionados con la piel o implantes faciales.
  • Cirugía regenerativa: aúna aquellos procedimientos de regeneración de tejidos y tratamientos con células madre.El área periodontal es una de las más tratadas.

Tipos de intervenciones de cirugía oral y maxilofacial

Intervenciones que se realizan dentro de la cavidad oral. Incluye la exodoncia quirúrgica de los cordales y otros dientes, también la cirugía periapical, exéresis de quistes y tumores benignos de los maxilares, cirugía preprotésica, colocación de implantes dentales, plastias de frenillos y cirugía mucogingival. Este tipo de cirugía se realiza en régimen ambulatorio y bajo anestesia local.

Los golpes o traumatismos que suceden en la cara suelen tener algunas características especiales diferentes a aquellos que se producen en otras zonas del cuerpo. El motivo es que pueden provocar alteraciones, tanto desde el punto de vista funcional como estético, como problemas de visión, respiración o masticación.

La cirugía de tumores orales representa una de las áreas más importantes de la especialidad, debido a la complejidad de las intervenciones y su repercusión en la vida del paciente.

Junto con otros especialistas quirúrgicos, el cirujano maxilofacial es una importante figura médica en el abordaje de la patología tumoral.

Esta cirugía oral es también conocida como cirugía ortognática. Se trata del conjunto de procedimientos quirúrgicos que tienen el fin de corregir alteraciones en la forma, posición o tamaño de los elementos de la cara del paciente para conseguir armonía facial. Las deformidades dentofaciales pueden ser congénitas, surgir en la fase de crecimiento de las personas o ser consecuencia de algún traumatismo.

La cirugía maxilofacial se ocupa de manera frecuente de tratar aquellas patologías tumorales o inflamatorias de las glándulas salivares.

El síndrome de la disfunción temporomandibular provoca dolor y limitaciones en la dinámica mandibular. Además, la articulación temporomandibular (ATM) puede verse afectada por algunas enfermedades degenerativas o traumatismos.

Existen múltiples tratamientos para tratar problemas en la ATM y su musculatura asociada, entre los que se incluye la cirugía.

La cirugía maxilofacial interviene en el campo de la cirugía estética de la cara, junto con otras especialidades: cirugía plástica, dermatología, oftalmología y otorrinolaringología.

En la planificación de la intervención quirúrgica es necesario llevar a cabo una serie de pruebas diagnósticas con el fin de obtener una visión completa de las necesidades y características del paciente.

  • Radiología general. Las radiografías son pruebas esenciales para el diagnóstico de distintos tipos de lesiones óseas faciales, como malformaciones o maloclusiones.
  • Biopsias. Estas pruebas pueden ser necesarias en para dictaminar si las  lesiones de la mucosa oral obedecen a un proceso tumoral. 
  • Ortopantomografía. Se trata de una radiografía panorámica de los dos maxilares con el fin de disponer de una imagen completa de los mismos en una sola placa. Con esta impresión se puede analizar la posición de los dientes con una mayor precisión para planificar el procedimiento quirúrgico.
  • Resonancia magnética. Muy útil en el tratamiento de la articulación temporomandibular, ya que permite poder visualizar plenamente el disco articular.
  • Estudio 3D. Se emplea para obtener una imagen tridimensional de la zona sobre la que hay que intervenir quirúrgicamente para una mejor planificación del proceso.