Oclusión Dental

La oclusión es la relación funcional que se establece entre los componentes del sistema masticatorio. En dicho sistema están incluidos los dientes, las encías, el sistema neuromuscular, las articulaciones temporomandibulares y el esqueleto craneofacial.

Por esta razón, la oclusión es una especialidad esencial en Odontología que se encarga de mantener todas las partes del aparato estomatognático en perfecto estado de salud. Asimismo, su ejecución podrá afectar en mayor o menor medida a las funciones fisiológicas necesarias, como comer o hablar.

¿Cómo es la oclusión ideal?

En cualquier individuo, a lo largo del tiempo, los componentes responsables de la oclusión van evolucionando; los huesos craneofaciales, los propios dientes y el tejido de soporte periodontal y gingival se van adaptando en función de estímulos internos y factores externos.

La oclusión definitiva es, por tanto, el resultado de las relaciones dinámicas y cambiantes entre los distintos elementos del sistema neuromuscular.

En el caso de una oclusión dental ideal, se cumplen una serie de características:

  • Se trata de una oclusión céntrica.
  • Mantiene una dirección axial y una distribución proporcionada de las fuerzas.
  • Muestra un espacio interoclusal adecuado.
  • Guarda unas relaciones entre los dientes caninos perfectas en los movimientos laterales.
Incisivos
  • Los dientes incisivos de la arcada superior se superponen sobre los incisivos de abajo; deben taparlos un tercio como máximo de la corona clínica de los inferiores.
  • El espacio que separa a los incisivos superiores debe coincidir con el que separa a los incisivos de la arcada inferior.
Caninos y premolares
  • Al igual que sucede con los incisivos, también el borde del canino superior debe sobreponerse un tercio. En este caso lo hará sobre la parte que contacta el canino y el primer premolar de la arcada inferior.
  • De la misma forma, coincidirá el canino superior con el canino inferior y el primer premolar inferior del lateral contrario.
Molares
  • Los molares superiores deben establecer contacto con su homónimo inferior y el distal siguiente a este (excepto el último molar).
  • Los molares superiores deben sobrepasar en una cúspide a los inferiores.

Para verificar que la oclusión que se está ejecutando es la correcta, basta con comprobar las vistas laterales de todas las piezas dentales. Por otro lado, las arcadas de las partes superior e inferior deben estar bien alineadas sin que existan dientes apiñados.

Cualquier irregularidad que impida una correcta función oclusal es conocida como maloclusión u oclusión dental defectuosa y requiere de un tratamiento para corregir la mordida.

Hay distintos tipos de oclusión dental o tipos de mordida, pero todos ellos son provocados por los mismas causas.

Entre los factores que provocan una incorrecta oclusión dental podemos encontrar:

  • Acción de la musculatura: si existen discordancias entre la fuerza o la posición de los labios, los carrillos y la lengua se produce una maloclusión.
  • Ausencia de dientes: provocada por motivos hereditarios, traumatismos o por enfermedad periodontal o caries. El vacío que se genera tras la extracción o caída de una pieza dental puede forzar al resto de los dientes a moverse para ocupar ese espacio. Es uno de los tipos de oclusión dental más común en edades avanzadas o cundo se pierden los dientes de leche.
  • El uso del biberón y el hábito de chuparse el dedo de forma prolongada: cambia la orientación de las arcadas dentarias, se produce una falta de contacto entre los incisivos superiores e inferiores y ocasiona insuficiente desarrollo del maxilar superior.
  • Obstrucción generada por hipertrofia de las amígdalas y adenoides: los pacientes que tienen complicaciones de respiración nasal y, por tanto, respiran por la boca, pueden tener problemas de alineamiento dental.

Un paciente que sufra alguno de los tipos de oclusión dental tiende a solucionar la mordida mediante cambios en la posición mandibular que le permite la acción de la musculatura. No obstante, tiene efectos secundarios indeseados como el desgaste dental, las fisuras en el esmalte, recesiones gingivales, cambios de posición dental, limitación del movimiento mandibular o dolor articular.

Aproximadamente un 90% de la población sufre maloclusión dental o uno de los tipos de oclusión dental defectuos. Afortunadamente, los nuevos avances en Odontología permiten un tratamiento para la oclusión dental idóneo para cada paciente y para cada uno de los tipos de oclusión dental:

  • Ortodoncia: este tratamiento tiene como objetivo movilizar las piezas dentales hasta alinearlas adecuadamente y de forma permanente. Está dirigido principalmente a corregir una maloclusión consolidada.
  • Contorneado de dientes: este tratamiento consiste en modificar la longitud, la forma y la superficie de los dientes naturales hasta conseguir una correcta alineación. Está indicado cuando una pieza dental está un poco torcida, sobresale más que otra o tiene una forma demasiado puntiaguda.
  • Adhesión dental: este procedimiento permite reparar pequeños defectos como los dientes decolorados, astillados, desgastados o con espacios irregulares, pero, en ningún caso, corregirá problemas severos de mordida.
  • Carillas dentales: este tratamiento consigue mejorar no solo el color y la forma del diente, sino que puede corregir ligeramente la alineación. Se convierte en una alternativa ideal cuando el paladar y la mandíbula son estrechos.
  • Coronas o fundas dentales: es una de las soluciones con la que podemos contar para cubrir una pieza dental deteriorada como consecuencia del paso del tiempo o el bruxismo.

Según las alternativas presentadas, podríamos determinar que la ortodoncia es la solución más conveniente cuando se trata de casos de pacientes con un tipos de mordida inadecuada. Aun así, problemas más leves y específicos podrían resolverse con algunos de las técnicas expuestas anteriormente; todo dependerá de las circunstancias de cada paciente y del tipo de oclusión dental que sufra.